Esta reforma es la más importante del Plan de Fachadas 2013 por el valor histórico y arquitectónico de un edificio que fue el palacete de un general
La rehabilitación de la iglesia de Jabonerías permitirá recuperar accesos de la antigua Casa Aznar
Tras desnudar tres de sus cuatro fachadas, la parroquia de San Antonio María Claret (Los Padres, popularmente) afronta la obra de restauración exterior de para volver a su imagen original. Al aire han quedado la estructura de tabaire, mezclado con sillares, ladrillo viejo y nuevo y oquedades cubiertas con simple mortero de cuando el edificio era el palacete del general Ángel Aznar. Dos meses de trabajo y 200.000 euros de inversión deben ser suficientes para que el templo recupere su imagen original, dentro del Plan Municipal de Fachadas 2013.
La obra es la más importante de todo el plan tanto por el presupuesto que comporta como por el valor simbólico y arquitectónico del inmueble del que se trata. La antigua Casa Aznar, reconvertida hace 110 años en iglesia de la orden de los Padres Claretianos, es un inmueble protegido y uno de los seis templos históricos en activo en el casco antiguo.
El pórtico principal que da a la calle Jabonerías ya fue restaurado. Forma parte de la sección más moderna del templo y alberga la antesala de la nave central y que fue incorporada más tarde. El cuerpo original del edificio, construido a mediados del siglo XIX, conservaba una cobertura de sus muros a la calle que se había ido deteriorando, mostrando a retazos lo que había debajo. En las últimas dos semanas, como primera fase de los trabajos, la empresa Restauralia ha eliminado esa carcasa exterior y ha dejado al aire los muros. También ha hecho catas para comprobar la solidez estructural, que según esos exámenes, está garantizada. Ahora toca iniciar la reconstrucción.
El proyecto del arquitecto Marcos Ros pretende dejar al descubierto la mayor parte de las ventanas que fueron cegadas o tapiadas en décadas pasadas de manera muy desigual. Se descubrirán las cuatro puertas, dos por lateral, que hay nada más doblar la esquina desde Jabonerías. Se podrá entrar por las de la calle Horno a la capilla que hay allí, si la parroquia lo considera oportuno. Pero en las de la calle Horno se hará compatible el descubrimiento de los perfiles del dintel de las puertas con el mantenimiento de los umbrales tapiados. También hay planes para abrir una puerta lateral que ya existía como entrada y salida auxiliar por esa calle.
Además, se va a mantener todos los balcones de hierro que se encuentran en buen estado. Se ha eliminado la balaustrada que unía varios de ellos de manera postiza, puesto que su estructura original era de forjados individuales para cada una de las balconadas. Conforme avance la obra se colocarán otros remates nuevos elaborados con los mismos motivos ornamentales. Los dos grandes miradores de la parte trasera, que da a la calle Real, serán restaurados.
Colores originales
La ladrillería descubierta alrededor de las antiguas ventanas ha permitido constatar que el templo tenían originalmente unos colores de su fachada muy distintos al marrón tierra de los últimos tiempos. Por eso, en la última fase de los trabajos se recubrirán las fachadas con los materiales y en los tonos que tenían antiguamente. Casi todo irá en mortero de color rojo teja, cercano al rojo que adorna ya la fachada principal. Pero en las esquinas con Jabonerías se recuperará el tono oro envejecido de las molduras y el verde oliva de su sección inferior, hasta el suelo.
Hay aspectos como los de cerrajería y carpintería que todavía están por concretar. No se tocará la techumbre, formada por placas de zinc similares a las que se utilizaron, por ejemplo, en el Palacio Consistorial.
Con los 200.000 euros presupuestados para la obra no se puede ir mucho más allá, aunque lo que ha quedado al descubierto y la documentación que hay de como era originalmente el inmueble daría para mucho más, según los responsables del proyecto.
Fuente: laverdad.es
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